Luego de haber superado niveles bajos por 10 meses consecutivos y lograr un fuerte repunte la semana pasada, en el que fueron llevadas al nivel más elevado de estos meses, las acciones europeas nuevamente han reportado caídas considerables en los últimos días.
Las cotizaciones en baja se le acuñan al reporte de la semana pasada de 25 millones casos de coronavirus en el continente y a la aparición de una nueva cepa del Covid-19, específicamente en el Reino Unido. Por lo que, la mayoría de los países que lo integran, están siendo sometidos a nuevas restricciones y por ende, se disminuye la actividad comercial, lo que afecta la recuperación de la economía global.
El índice paneuropeo STOXX 600 bajó un 0,7%, en comparación con su pico alcanzado el viernes que no lograba desde febrero de 2020. El DAX de Alemania disminuyó en un 0,8% luego de tocar máximos históricos la semana pasada, así también el CAC 40 de Francia perdió un 0,8%, y el FTSE 100 de Londres, por otro lado, bajó un 1,1%.
Después de que los demócratas lograron conseguir el control del Senado en Estados Unidos, se generaron expectativas que estimulan mayormente el ámbito fiscal. Los sectores desestimados del mercado, incluidos la energía, la minería y los bancos, empezaron a llamar más la atención de los inversores.
El jefe de estrategia macro de Rabobank, Elwin de Groot, dijo al respecto:
"Lo que impulsa al mercado es el optimismo de que tendremos más estímulo fiscal en Estados Unidos, pero la pregunta es si están en su lugar todos los requisitos previos para una verdadera reflación. Yo diría que la respuesta es no. Aún tenemos que afrontar la nueva ola de infecciones por el virus, y está tardando bastante tiempo en muchos países implementar las vacunas".
Pero no todo es considerado malo en el mundo bursátil europeo, tal vez es una gran oportunidad para los interesados en invertir en ese país. Los cambios sociales y macroeconómicos relevantes a nivel global, como la presencia de otro presidente en la Casa Blanca, o la nueva relación entre La Unión Europea y el Reino Unido, pueden llegar a enrumbar esta baja de las acciones europeas a nuevos precios favorables.